Una historia de lealtad y amor por la Revolución

(Por Fidelista por siempre)

13 de agosto de 1976, Fidel cumplía 50 años y este fue el diálogo: -“Mira, Fidel –interpela Raúl-, ves, esta es la vanguardia más pequeña, y ya pusimos las medallas”.

-“¿Qué edad tienes, cómo te llamas?- indaga el Comandante en Jefe, vestido con su traje de gala.

– “Me llamo Dania de Jesús y tengo 12 años”- responde la estudiante, sin salir todavía del susto por la sorpresa y la extraordinaria personalidad que tiene delante.

– “¿Qué quieres estudiar?”- insiste el recién llegado.

– “Una carrera útil a la Revolución”- alega convencida la niña.

Fidel toma su mano y juntos pican el cake, por los 50 años de su fecunda existencia, por los vanguardias condecorados esa noche memorable, por el compromiso que acababa de ser pronunciado. Como en gesto de coronación, coge la réplica del yate Granma que está sobre el pastel, se lo entrega y expresa:

-“No te lo dejes quitar de nadie, que es tuyo”.

Fidel_50

Un año después, el 27 de septiembre de 1977, tratada como Querida compañerita, y bajo una firma entrañable, Dania recibe acuse de las felicitaciones que había enviado a Fidel en su cumpleaños 51. Al final de la misiva se lee:

“En nombre de Fidel agradecemos tu atención, y te exhortamos a que sigas estudiando igual que hasta el presente. Estamos seguros de que así podrás lograr tus deseos de ingresar a la Universidad, para serle útil a la con la carrera que estudies. Cariñosamente, Patria o Muerte, Venceremos. Celia Sánchez Manduley.”

Treinta y cuatro años después (2010) , en vísperas del 84 cumpleaños del líder revolucionario, en con Rebelde, con las evidencias de sus recuerdos en el regazo, convertida en madre de dos futuros galenos – Héctor Alejandro, de 21 años, y Rafael Antonio, de 17, casada con un pediatra y especialista de II grado en Terapia Intensiva, el Doctor Héctor Céspedes Rodríguez, la ahora de 46 años, rememora su propio Granma: -“Yo sueño con ver a Fidel personalmente y poder decirle que aquella niñita que quería ser útil a la Revolución, estudió medicina, se hizo especialista de II Grado en Oftalmología y fue miembro de la Operación Milagro.»

Fuente: Fidelista por siempre


 

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