Colombia votó No al plebiscito por la paz

Bogotá. En un clima de tranquilidad y con las encuestas a favor, ayer se votó en todo el territorio colombiano por la refrendación de los Acuerdos de paz logrados en La Habana entre el gobierno colombiano y las FARC-EP. Para sorpresa de gran parte del mundo, un 50,21% de los electores optó por el No (contra un 49,78% por el Sí), lo que significa que el presidente Juan Manuel Santos debe renegociar los acuerdos, ahora con la participación del ex presidente Álvaro Uribe Vélez, el gran ganador de la jornada.

En una elección trascendental para el futuro de esta nación, casi un 63% de los votantes inscritos en el censo electoral se abstuvo. En Colombia el abstencionismo es histórico, pero se esperaba que una decisión de tal magnitud moviera a los ciudadanos a expresarse en las urnas. De casi 35 millones de personas habilitadas para votar, solo concurrieron poco más de 13 millones. Y de los que lo hicieron, más de 250.000 votos fueron no marcados o nulos.


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Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia

Fue notable la adhesión de los departamentos que han sufrido en carne propia el conflicto, apoyando mayoritariamente el Sí. Sin embargo el centro del país (a excepción de Bogotá), los que han vivido la guerra por televisión cual si fuera una película de Hollywood, optaron por el No.

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Fuente: Registraduría Nacional del Estado Civil de Colombia

 

Tanto las como el presidente Santos enviaron un parte de tranquilidad reafirmándose en la convicción de seguir en la búsqueda del camino de la paz. En una alocución desde La Habana, expresó que las FARC-EP mantienen su voluntad de paz, mientras que Juan Manuel Santos afirmó «Seguiré buscando la paz hasta el último minuto de mi mandato».

Fuente: Agencia EFE

Fuente: Presidencia de Colombia

Desde su arranque, la campaña del No fue un compendio de mentiras y desinformación que terminó calando en los electores. Desde inventar una supuesta «ideología de género» que traería al país la destrucción de la familia, hasta la acusación de entregar el territorio al «comunismo castro-chavista», Uribe Vélez y sus laderos del Centro Democrático usaron todo tipo de artimañas para engañar al público. Parte de las iglesias católicas y cristianas replicaron este mensaje a sus fieles, a pesar de la apuesta del Papa Francisco a favor de la paz.

Quedan muchos interrogantes a partir de estos resultados. El llamado a la conciliación del presidente Santos no encontró eco en el Centro Democrático, ya que no acudió a la reunión convocada a los partidos para salvar el proceso. El jefe del equipo negociador, Humberto De la Calle, presentó su renuncia esta mañana.

¿Qué pasará con un acuerdo que fue discutido y negociado durante cuatro años, y que fuera celebrado por todos los líderes del mundo, desde Castro hasta Barack Obama? ¿En cuánto afectará esta decisión al con el ELN que debía reactivarse esta semana? ¿Qué resto le queda al presidente Santos y a las FARC para comenzar una nueva negociación?

Entre la indiferencia de la mayoría y el miedo e ignorancia instalados por la campaña del No, Colombia parece no querer salir del espiral de violencia y sangre que la ha caracterizado en los últimos 70 años.

Sin embargo, y a pesar del impacto, los colombianos que apoyaron el no piensan bajar los brazos. En la noche del domingo cientos de ciudadanos en Bogotá se reunieron espontáneamente para manifestarse por la paz, convocando a un movimiento unificado de respaldo a los acuerdos.

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El tiempo y el esfuerzo de las partes confirmarán si las estirpes condenadas a cien años de soledad tendrán o no una segunda oportunidad sobre la tierra.


Foto portada: Juan Pablo Bello – SIG / Foto interior: Cubanamera

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