Cuba reafirma su compromiso con el éxito de la conferencia climática en París

Intervención de Elba Rosa Pérez Montoya, ministra de ciencia, tecnología y medio am­biente de la república de cuba en el segmento de alto nivel de la COP 21

Sr. Presidente,

Distinguidas Ministras y Ministros,

Jefes de Delegaciones,

Durante el Evento de Líderes que dio inicio a esta Conferencia, nuestro Vicepresidente Primero expresó y cito: “El de debe entrañar un firme compromiso global para la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (…) y el establecimiento de un renovado marco de cooperación internacional, que asegure la provisión y escalamiento de los recursos y la transferencia de tecnologías para que los países en desa­rrollo podamos cumplir con las disposiciones del acuerdo”.

En estos momentos, después de una semana de trabajo en París, reafirmamos nuestro compromiso con un resultado exitoso de esta Con­fe­rencia, al tiempo que insistimos en que este resultado debe ser logrado de manera transparente, con el concurso de todos y producir un justo, equilibrado y ambicioso.

Sr. Presidente,

En los días transcurridos hemos logrado avances, pero aún quedan retos importantes.

En temas claves como las finanzas, la transferencia de tecnología y la creación de capacidades, los países en desarrollo han mostrado flexibilidad y vocación de consenso, no siempre reciprocadas por las naciones industrializadas.

Otros temas sensibles para nuestros países, como el de “pérdidas y daños”, no se negociaron. Aún no se alcanza un tratamiento balanceado de todos los elementos definidos bajo la Plataforma de Durban.

Esto demuestra que los mensajes de voluntad expresados el día 30 durante el encuentro de alto nivel por parte de los líderes de los países desarrollados, no siempre han devenido en posturas flexi­bles y constructivas que se hayan reflejado en el texto en negociación.

Se requiere, por tanto, elevar el nivel de compromiso y voluntad política que permita lograr en el que todos necesitamos. En par­ticu­lar queremos significar tres aspectos esen­ciales.

En primer lugar, es necesario detener los intentos por reescribir la Convención, renunciando o alterando sus objetivos y principios. Lo que hoy hacemos aquí, y el resultado que logremos, tiene que estar en plena consonancia y apego a su letra y espíritu, y tener como principal fin su fortalecimiento a nivel global.

En este marco de acción fortalecida, las necesidades y circunstancias de los pequeños estados insulares en desarrollo, y de otros países particularmente vulnerables, deben recibir especial atención.

En segundo término, las naciones industrializadas no pueden continuar evadiendo el reconocimiento de sus compromisos históricos y actuales con la financiación climática.

El a que arribemos debe crear un mar­co ambicioso, predecible y verificable, para una financiación creciente, que tome como base, co­mo mínimo, el compromiso de los 100.000 millones de dólares anuales acordado en el 2010 en Cancún.

Finalmente, pero no menos importante, está el reconocimiento de este como una base, un punto de partida, para avanzar más allá del limitado marco que hoy proporcionan las contribuciones nacionales, hacia acciones de mitigación y adaptación consistentes con los impactos actuales y crecientes del cambio climático.

En este proceso de posterior avance, los países desarrollados deberán tomar el liderazgo según el principio de las responsabilidades comunes pero diferenciadas.

Sr. Presidente,

Somos optimistas en que un puede adoptarse aquí en París. Pero esto no ocurrirá espontáneamente. Se requiere intensificar el trabajo en esta etapa final, aunando firmeza y flexibilidad. Todos podemos y debemos hacerlo.

En lo que a Cuba respecta, pueden contar con nuestra actuación constructiva para responder a la esperanza que las generaciones actuales y futuras han puesto en nosotros.

Muchas gracias.

Fuente: Granma


 

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