El humanismo debería ser la estrella polar de nuestra universidad

El Teólogo de la Liberación y periodista brasileño Frei Betto, ofreció una conferencia magistral sobre la formación humanista de los profesionales de la educación superior

(Por Lissy Rodríguez Guerrero / Granma)

“Fidel es un hombre que ha dado su vida para las demás vidas. Cuando montó en el Granma, o subió a la Sierra Maestra, no pensaba: ´yo voy a vivir y ser dirigente de un país´; pensaba: ´yo voy a liberar a un pueblo, y quizá voy a morir en esta lucha´. Y gracias a Dios está vivo, va a cumplir sus 90 años. Todos los grandes hombres y mujeres de la historia de la humanidad son gente que como Jesús ha hecho de su vida un don para que otros tengan vida, ese es el principio fundamental del valor de la ética, hacer de nuestra vida semilla para que todos tengan vida, y vida en plenitud”.

Con estas palabras, declaradas en exclusiva a la prensa, se refirió al líder histórico de la Revolución Cubana el fraile dominico, Teólogo de la Liberación y periodista brasileño Frei Betto, momento después de concluir su conferencia magistral “La formación humanista de los profesionales como uno de los pilares de la nueva universidad innovadora y comprometida con el desarrollo humano sostenible”, con la cual inició la tercera jornada de intercambios del X Congreso Internacional de Educación Superior Universidad 2016.

“Las universidades cubanas tienen que preguntarse cómo van a preservar el socialismo, cómo evitar el choque entre el tsunami consumista que viene del acercamiento con los Estados Unidos y la austeridad cubana revolucionaria socialista… La universidad tiene el papel de ayudar a reflexionar sobre este desafío, importante para preservar las conquistas de la Revolución”, dijoa los medios nacionales en el Palacio de Convenciones de La Habana, donde concluirá mañana este evento.

Frei Betto agradeció la invitación al Congreso y dedicó su intervención a Fidel, “un abogado formado en la Universidad de La Habana, defensor de los pobres y oprimidos”.

“Cuba cuenta con un modalidad de extensión universitaria que, por su alcance, no tiene paralelo en el mundo: la solidaridad internacional de sus profesionales, en especial sus médicos y maestros, presentes entre la población más pobre de más de 100 países. Ese capital simbólico logra su consistencia gracias al capital simbólico acumulado por la heroica historia de este país y enriquecido, de modo ejemplar, por la Revolución Cubana. Capital simbólico encarnado en la vida y el testimonio de hombres como Félix Varela, José Martí, Ernesto Che Guevara, Raúl y Fidel Castro”, expresó en su conferencia el autor del libro Fidel y la religión.

Sobre el desarrollo de la formación humanista que debe prevalecer en las universidades, dijo que debe ser forjada desde la ética, lo que supone encarnar valores como la solidaridad, la cooperación, la lucha por la justicia, la defensa de la divinidad de todos los seres humanos y la preservación ambiental.

Ante la intervención de una profesora de la Universidad de Ciencias Médicas de La Habana, sobre la formación humanista de esos profesionales, Frei Betto realizó una anécdota sobre las palabras de un galeno cubano a uno brasileño, cuando este último le recomendó que usara guantes para atender a los enfermos.

“Si hay una enfermedad, una contaminación, yo me pongo los guantes, pero en general no los uso porque la gente, sobre todo la gente pobre, cree que los guantes son una señal de que estamos enojados, y no queremos tocarlos. Y tocar es muy importante, porque todos sabemos —como médico que soy, mas como paciente que somos todos— que el factor psicológico es como un 60 ó 70 por ciento de la terapia”.

“La brújula de la ciencia es la ética, como bien demostró Aristóteles. Y la ética es el conjunto de valores que incorporamos para hacer más digno y feliz nuestro breve periodo de vida a bordo de esta nave espacial llamada Planeta Tierra. He ahí la cuestión central de un proyecto estratégico pedagógico verdaderamente revolucionario…”, expresó Frei Betto en su conferencia.

El desafío ideológico del proyecto estratégico pedagógico en un país como Cuba es preguntarse si, por un lado, los valores que forma están enraizados en la solidaridad, el altruismo, la cooperación, o por el contrario, en la ambición egocéntrica, el individualismo, la competitividad.

Indicó además que resulta necesario que esta institución se sometan a un proceso permanente de autocrítica: “Que se pregunte si es una Isla del saber, indiferente a las necesidades reales del país, o una fábrica capaz de dotar a la nación de herramientas teóricas y prácticas para solucionar los problemas que la afectan”.

Si el capitalismo es un sistema monetario en que los derechos humanos están sujetos a los caprichos del mercado —dijo Frei Betto— el socialismo es un sistema humanitario en que los derechos humanos son la prioridad por excelencia.

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El politólogo argentino Atilio Borón estuvo entre los presentes en la conferencia magistral. Foto: José M. Correa

“Es en el marco de esos parámetros que la universidad debe enrumbar su objetivo estratégico pedagógico en un país como Cuba. Impedir que la universidad sea una torre de marfil y crear vínculos afectivos entre alumnos y profesores y entre los diversos sectores de la nación, que reflejen las demandas más urgentes de la población”.

“Ese humanismo debería ser la estrella polar de nuestras universidades, capaz de señalar el rumbo de todas las investigaciones científicas, los inventos tecnológicos, la formación de profesionales y de hombres y mujeres dedicados a la política y a la administración pública”, afirmó.

En ese sentido, el fraile dominico explicó que la escisión entre ciencias naturales y ciencias humanas, ética e investigación científica, “favorece aberraciones como la de querer impedir todo sistema axiológico en las investigaciones de la biogenética, o la de pregonar que los productos transgénicos en nada afectan el equilibrio ambiental y el organismo humano, o que el uso excesivo de combustibles fósiles no influye en el calentamiento global. Es la “cientocracia”, la dictadura de la ciencia, que debe decidir lo que comemos, de qué modo nos vestimos, qué tipo de sociedad es mejor”.

Frei Betto terminó su conferencia magistral con una sentencia del “genio profético” de Martí, en el ensayo “Nuestra América”: “¿Cómo han de salir de las universidades los gobernantes, si no hay universidad en América donde se enseñe lo rudimentario del arte de gobierno, que es el análisis de los elementos peculiares de los pueblos de América? (…) El premio de los certámenes no ha de ser para la mejor oda, sino para el mejor estudio de los factores del país en que se vive. (…) La historia de América, de los incas acá, ha de enseñarse al dedillo, aunque no se enseñe la de los arcontes de Grecia”.

Para el día de hoy se prevé, además,la conferencia “Las tecnologías de la Información y las Comunicaciones y el consumo cultural”, de Abel Prieto Jiménez, asesor del presidente de los Consejos de Estado y de Ministros; y en la jornada vespertina el panel “Universidad y los Objetivos del Desarrollo Sostenible Post 2015”.

Fuente: Granma / Fotos: José M. Correa


 

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