¡Fuerza Venezuela!

Una vez más el imperio estadounidense amenaza con una invasión a un país digno y soberano.

Las explicaciones abundan, pero lo fundamental es que Venezuela se ha convertido en una piedra en el zapato del imperio desde la llegada del Comandante Hugo Chávez al poder. Desde hace 20 años el pueblo bolivariano ha resistido todo tipo de embates: desde el golpe de estado del 2002, el sabotaje, la mediática, las violentas guarimbas, el bloqueo económico, hasta este último capítulo de un nuevo golpe concebido en en alianza con los sumisos gobiernos latinoamericanos.

Van por el petróleo, el oro, el litio, el coltán. Pero fundamentalmente van por la dignidad de un pueblo que permanece rodilla en tierra; quieren demostrarle al mundo que alzar la cabeza es un mal precedente, y que pueblo que no se entrega, lo toman por la fuerza.

Sin el pueblo venezolano y su legítimo gobierno encabezado por el presidente Moros cuentan con la solidaridad de los pueblos del mundo. De todos los rincones del planeta hombres y mujeres de a pie, los que construyen historia con trabajo y esfuerzo, envían sus muestras de y hermandad. No se dejan engañar por la prensa estafadora y los gobiernos corruptos, y salen a las calles a exigir el fin de la intervención.

Cuba, como no podía ser de otro modo, ha enviado sus muestras de solidaridad permanentemente. Desde aquel primer encuentro entre Fidel y Chávez, donde se selló una amistad incondicional, Cuba y Venezuela han caminado el sendero de la esperanza, cambiando las vidas de millones de personas en Latinoamérica.

Desde el gobierno revolucionario hasta cada obrero, campesino, intelectual, estudiante, artista, los cubanos y cubanas estrechan sus lazos de amistad con Venezuela. Crece una enorme ola de agradecimiento con los hermanos bolivarianos, con quienes han mantenido las numerosas misiones que han llevado salud, educación, cultura y sobre todo dignidad a quienes habían sido excluidos por el sistema.

La pequeña isla que ha resistido 60 años de bloqueo, sigue indemne pese a todos los huracanes que han pretendido hundirla. Asimismo el valiente pueblo bolivariano ha de demostrarle al mundo que, como dijera Martí, «La patria es dicha de todos, y dolor de todos, y cielo para todos, y no feudo ni capellanía de nadie.»

¡Fuerza Venezuela! Estamos contigo.

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