Lactancia materna: Un derecho que da vida

La lactancia materna constituye la fuente ideal de nutrientes para los recién nacidos

(Por Lisandra Fariñas Acosta / Granma)

Es una fuente ideal de nutrientes que previene la anemia y la desnutrición. Hablamos de la lactancia materna, recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) como la primera y más importante práctica básica para las intervenciones de atención de la salud, con el objetivo de promover la supervivencia, la y la nutrición infantil en las comunidades.

“En Cuba la lactancia materna ha tenido una elevada contribución a la reducción de la tasa de mortalidad infantil, que ha permanecido desde el año 2013 y hasta el cierre del primer semestre del presente año en 4,2 por cada mil nacidos vivos”, explicó a Granma el doctor Roberto Álvarez Fumero, jefe del Depar­tamento Materno Infantil del Mi­nis­te­rio de Salud Pública (Minsap).

Para el especialista, es fundamental que la familia conozca que en el mundo, directa o indirectamente, la malnutrición es responsable de aproximadamente un tercio de las muertes de los menores de cinco años, mientras que más de dos tercios de estas muertes, a menudo relacionadas con prácticas alimentarias inadecuadas, se producen en el primer año de vida.

El doctor Álvarez Fumero subrayó que la lactancia materna no solo protege a los niños y niñas de las infecciones, sino que mejora la respuesta a la vacunación y su iniciación temprana reduce el riesgo de mortalidad neonatal.

Pero no obstante todas estas ventajas, se­ñaló el entrevistado, “un número no despreciable de madres renuncian a ella demasiado pronto, y existe presión para cambiar a fórmu­las que pueden contribuir a afectar el cre­ci­miento, y provocar desnutrición por micronutrientes y diarreas”.

Las prácticas óptimas de lactancia materna y alimentación complementaria pueden salvar cada año la vida de 1,5 millones de me­nores. La OMS y la Unicef aconsejan iniciar la lactancia dentro de la primera hora de haber dado a luz, realizarla de manera exclusiva durante los primeros seis meses y continuada durante dos años o más. Asimismo introducir alimentos seguros, apropiados y adecuados a partir del sexto mes de vida, con una frecuencia de alimentación complementaria: de dos veces al día para los niños y las niñas de 6-8 meses y tres veces al día para los niños y las niñas de 9-11 meses.

Foto: Sergio Serrano

Aún es muy necesario continuar incrementando las acciones de promoción y fo­mento de la lactancia materna en Cuba, su­brayó el doctor Álvarez Fumero, teniendo en cuenta los resultados de las encuestas MICs (encuestas de indicadores múltiples por conglomerados, por sus siglas en inglés) realizadas entre febrero y septiembre del 2014, por la Dirección Nacional de Estadísticas y Registros del Minsap, con el apoyo de Unicef. Las mismas basan sus datos en la aplicación de un cuestionario en 9 582 hogares, el 78,2 % en zonas urbanas y el 21,8 % restante en ru­rales; en los que se entrevistaron 8 895 mujeres entre 15 y 49 años y 5 758 niños menores de 5 años.

Por ejemplo, el 96,2 % de los niños nacidos en los últimos dos años alguna vez lactó. Este porcentaje fue del 98 % en el 2011, según estas mismas encuestas. De acuerdo con los resultados del 2014, el 45 % de los niños lactaron en la primera hora de haber nacido, cifra que decrece igualmente si se compara con el 77 % registrado en el 2011. Del mismo modo, el 33,2 % de los infantes lactaron exclusivamente hasta los seis meses, estadística inferior a la reportada en la encuesta del 2011, que fue del 48 %, mientras que la duración mediana de la lactancia fue de 10,5 meses, contra 11 meses registrados en el 2011.

Nos encontramos en medio de la Semana Mundial de la Lactancia Materna, que en esta ocasión está dedicada a promover un cambio de conducta de quienes administran centros del sector estatal y no estatal en el apoyo que requieren las madres trabajadoras que lactan; y para facilitar que el proceso de lactancia no se vea interrumpido con la necesidades laborales de las mujeres, considerándose factores claves el tiempo, espacio y apoyo para poder amamantar y trabajar.

En nuestra región, solo diez países incluida Cuba tienen licencia de maternidad de 14 o más semanas (Belice, Brasil, Ca­nadá, Chile, Colom­bia, Costa Rica, Panamá, Per­ú y Ve­ne­zuela), dijo el especialista.

Para un empleador, apoyar la lactancia materna representa un grupo de beneficios dentro de los que destacan el lograr una ma­yor satisfacción y lealtad de sus trabajadoras y la mejoría de la permanencia y productividad de las empleadas pues es menor el ausentismo, ya que los bebés están más sanos.

Asimismo, el especialista llamó la atención sobre la importancia de garantizar que exista un ambiente de apoyo de empleadores/as, administración, superiores, compañeros y compañeras de trabajo con actitudes positivas para amamantar en público, y la importancia de informar en el marco de las asambleas de afiliados sobre la salud de las mujeres durante el embarazo y amamantamiento, sobre las leyes y beneficios de la ma­ternidad y de las posibilidades existentes en sus centros laborales para que las madres puedan combinar el empleo, la lactancia y las necesidades de crianza de sus hijos e hijas.

 

Fuente: Granma


 

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